Los adolescentes dan mucho más trabajo que los bebés
Clarín.com 8/2/2013 Según los especialistas, es porque muchas veces no está clara la autoridad de los adultos. Y también porque existen padres que se ponen en un lugar de amigos y no logran fijar límites. Arrullos eternos para sueños demasiado breves. Llora y llora. Vomita. Se mancha, mancha. Ata. Limita. Impone horarios. Acorta libertades. Promueve discusiones. La entrada de un bebé en la escena hogareña es como una bomba que explota y obliga a reacomodarse en ese nuevo terreno, inhóspito. Claro que el amor es tan inmenso que lo sostiene todo, pero no por eso hay que negar que criar un bebé demanda energía y una paciencia digna del más consecuente monje zen. Como sea, aseguran los padres con experiencia, convivir con un adolescente es mucho peor. Hijos chicos problemas chicos, hijos grandes problemas grandes, sostiene el dicho popular. La rebeldía necesaria, la calle, las novedades, el no control, la moda que sea, las nuevas tecnologías, la noche. El cóctel t...