Padres de hoy

Las mujeres jugamos a la mamá desde que aprendemos a hablar, y tenemos cientos de hijos imaginados a lo largo de nuestra infancia, a quienes nombramos, alimentamos, acunamos, bañamos, vestimos y cuidamos con esmero sin la participación de un padre, quien habitualmente tiene un lugar de ausencia en la trama del juego porque siempre está en el trabajo o en un viaje. En cambio los hombres despliegan su capacidad lúdica en mundos que necesitan ser salvados por superhéroes o se convierten en estrellas de fútbol apenas ven una pelota y ni se enteran de nuestras fantasías maternales, al menos hasta que asumen el compromiso de una pareja con vistas a devenir en familia. Recién allí se topan seriamente con la idea de la paternidad: institución humana por excelencia, cuya función excede el fin reproductivo para inscribirse en un orden simbólico , mucho más amplio, convocante y comprometido que el hecho biológico de la procreación . Para la mayoría de los hombres la idea d...