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Mostrando entradas de abril, 2014

Comienzos y Finales

La vida se presenta como una sucesión continua de finales y comienzos. Fluye entre llegadas y partidas, uniones y desencuentros, logros y desaciertos, despedidas y bienvenidas. Un año termina y se inicia otro. Culminan ciclos. Se abren nuevas etapas. Abandonamos caminos. Inauguramos proyectos. Pero entre el final de algo y el comienzo de otra cosa no hay un salto abrupto (aunque muchas veces sea vivenciado de ese modo) sino un proceso de cambio, una transición, un lapso de tiempo que nos permite acomodarnos gradualmente al nuevo escenario hasta recobrar el equilibrio.   Cuando somos adultos, la mayoría de los cambios que atravesamos anclan en decisiones concientes: asumimos el compromiso de una pareja, dejamos la casa paterna, enfrentamos nuevos desafíos laborales, nos convertimos en padres, nos separamos, nos reencontramos, elegimos irnos o quedarnos. Pero en la infancia ocurre algo diferente: cuando somos niños los cambios se suceden de modo vertiginoso, y además no son voluntarios