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Padres e hijos (des)conectados

La hiperconexión tecnológica ha dejado de ser un tema circunscripto a la adolescencia. Lejos quedaron esos tiempos en que los niños jugaban en la vereda mientras las mamás miraban la novela de la tarde o preparaban la cena sabiendo que ellos se divertían sin mayores riesgos junto a sus vecinitos del barrio. Ahora los chicos eligen consolas de juego y tablet, o miran "dibus" en canales de programación infantil exclusiva 24hs y "pelis" on-demand, pasando horas ensimismados frente a una pantalla. Aun cuando están con algún amiguito la situación no cambia demasiado. Y si son un poco más grandes, a esto se suma el "celu", del que no se despegan ni un segundo. Los padres se enojan frente a esta situación e intentan poner límites en los horarios autorizados para usar la tecnología sin demasiado éxito. Les explican de mil maneras lo mal que les hace estar todo el tiempo "conectados", tanto a nivel físico (por ejemplo a la vista) como a nivel social (...

De pareja a padres

Habitualmente durante el embarazo los futuros padres se ocupan de recabar la mayor información posible respecto al parto y   a los primeros tiempos del bebé. Los familiares y amigos que ya tienen hijos les transmiten sus vivencias (las más lindas, y las más difíciles también) acerca del nacimiento, la lactancia, el sueño, etcétera. Pero pocos hablan de los cambios que implica el paso de ser dos a ser tres, es decir de ser pareja a ser padres. En ese pasaje de estado   se producen profundos e inevitables cambios, tanto en la dinámica de la pareja como en cada uno en su individualidad. Los ánimos se vuelven cambiantes, la sensibilidad está a flor de piel, la responsabilidad que implica tener un hijo por momentos agobia, y aunque todo esto sucede mayormente a la mamá reciente, el papá no está exento. Aparecen discusiones causadas por la inexperiencia o las expectativas,   desacuerdos en relación a la crianza, opiniones de la familia extensa, cansancio físico por la al...

Estar embarazada

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Deseado, inesperado, buscado o planificado, el embarazo siempre representa uno de los momentos más trascendentes en la vida de una mujer. Se producen cambios vertiginosos que   debe asimilar en tan sólo 9 meses, durante los cuales su cuerpo va modificándose continuamente para albergar a ese ser que la habita y la convoca en el pensar y el sentir. Cambian su imagen, su percepción del mundo y sus prioridades. El impacto es a nivel físico, psíquico y emocional, ya que la maternidad implica descubrir, armar y reconocerse en una nueva identidad.   Vivenciar estos cambios de modo conciente ayuda a transitar el embarazo armoniosa y placenteramente, y sienta las bases para que la mamá establezca un vínculo sólido y saludable con su bebé, quien la seguirá convocando con la misma o con mayor intensidad durante algunos meses más después del alumbramiento… Sí. Más cambios. Más aprendizajes. Descubrimientos, sensaciones y emociones nuevas que te irán definiendo naturalmente en t...

Agenda extraescolar

Ingles, tenis, taekwondo, piano, danza, natación, fútbol, cerámica, maestra particular… todo después de una interminable jornada escolar completa y sumado a la tarea que allí les encarguen.   Así son la agendas de los niños de hoy, sin espacio para el ocio o el tiempo libre. Vivimos cada vez más expuestos a un bombardeo de sobreestímulos. Niños y adultos somos partícipes de una especie de carrera donde constantemente hay que hacer más y más para llegar a quién sabe dónde. No sabemos parar, estar a solas, conectarnos con lo que nos pasa o con lo que deseamos.   Y aunque por momentos reaccionamos y podemos ver la situación con claridad, cuesta salirse del modo de funcionamiento inherente a la época que nos toca, y seguimos. Entonces nuestros hijos asumen que eso es lo natural, y hacen   lo mismo. Otras veces sin darnos cuenta los empujamos a actuar de ese modo: nos esforzamos en ofrecerles mil alternativas de cosas para hacer, o accedemos a cada impulso exploratorio d...

La ilusión de las fiestas

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Noche de paz, noche de amor… cantaba mi abuela minutos antes de las doce, como llamado para que todos nos acerquemos al árbol y recibamos allí, tomados de la mano, la Navidad. Cada año de mi infancia pude disfrutar la magia de ese momento y mucho tiempo después lo recuerdo vívidamente. Hoy los villancicos han quedado obsoletos, pero los preparativos para celebrar las Fiestas se mantienen siempre vigentes: armar el arbolito, decorar la casa, desempolvar la vajilla reservada a las ocasiones importantes, preparar un menú especial. Son fechas que representan un motivo de festejo e incitan a la unión, a la alegría, a la ilusión, aunque muchas veces   su contracara aparece con más fuerza: el stress para llegar a tiempo con todo, los brindis por compromisos laborales, las discusiones de si las pasamos con los tuyos o con los míos… situaciones que en la vorágine del día a día nos impiden discernir lo realmente importante, y así nos perdemos de disfrutar la casa decorada preciosamen...

Vacaciones en casa

“ Má, estoy aburrido” Llegan las vacaciones e inevitablemente la rutina cambia. Ya sea que podamos irnos de vacaciones, que pasemos algunos días en el club, que tengamos una casa de fin de semana donde quedarnos, que hayamos anotado a los chicos en la colonia o que simplemente nos quedemos en casa, la realidad es que nada transcurre igual que de marzo a diciembre. Aunque planifiquemos mil cosas diferentes con el objetivo de que nuestros hijos la pasen genial y que estén entretenidos, inevitablemente hay una frase que seguro vamos a escucharlos decir en muchos momentos del verano, que nos inquieta y hasta nos hace sentir culpables: “Má, estoy aburrido”. En la actualidad la mayoría de los chicos tiene su agenda casi tan completa como la de un adulto, no les queda tiempo para aburrirse. Y de un día para el otro terminan las clases y también todas las actividades extraescolares, y nos parece que el día tiene demasiadas horas, entonces surge la pregunta: ¿Cómo llenar todos esos espaci...

Ser mamá

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    Ser Mamá -  Nace un bebé. Nace una madre   Se dice que cuando nace un bebé también nace una madre, sería algo así como un nacimiento doble, según plantea el psiquiatra y psicoanalista Daniel Stern. Pero existe una diferencia fundamental entre ambos: el momento del alumbramiento es un hecho concreto, que queda inscripto en la memoria y en los papeles con fecha, lugar y hora, plasmado en ese nuevo ser que llega a la vida. En cambio el nacimiento de una madre no es tan fácilmente ubicable en el tiempo, no se produce cuando el bebé asoma al mundo, llora o toma teta por primera vez. Es un trabajo gradual que empieza a anunciarse con la llegada del deseo de ser mamá, y se afianza en la gestación y en los meses que preceden y siguen al momento inaugural por excelencia: el parto. En ese tiempo la mujer va experimentando infinidad de cambios: se altera su orden de prioridades, el cuerpo se transforma, las emociones afloran inesperadamente, lo intuitivo despierta, l...